Que triste mi pais. Llega un momento donde la impotencia rompe el cerco de la serenidad, cuando es mas que imposible disminuir el nivel de injusticia a la que un pueblo es sometido, y ni todos los palos ni todas las piedras pueden con la corrupcion, la ingratitud y la avaricia de un gobierno podrido. Hasta que su misma podredumbre derrumbe los cimientos de su templo de impunidad.
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